dijous, 19 de maig del 2011

Trilogía del pecho. Parte II. Lo que deberíamos saber

UNA MADRE DENUNCIA AL SISTEMA

Adriana R. ha decidido poner hoy una denuncia ante los juzgados de Barcelona contra la sociedad consumista actual por permitir que su recién nacido tomara productos tóxicos durante el período de lactancia.
Adriana R., teleoperadora de profesión, ha declarado para este periódico que considera que la permisividad de toxinas que hay frente a los productos alimentarios es un "insulto a lo que debería ser la maternidad." Asegura que muchas madres no saben que están "envenenando a sus hijos lentamente con productos que pueden provocar cánceres y otras enfermedades."
El abogado defensor ha declarado que éste puede ser un "proceso jurídico difícil y silenciado fácilmente, debido a las consecuencias que puede acarrear para el ente acusado, el sistema consumista." No obstante, señala que es muy importante que otras madres se unan a la causa con tal de conseguir una mayor fuerza para la defensa.
Según fuentes médicas consultadas, la leche materna es el fluido corporal que más toxinas transporta y que, por lo tanto, dichos elementos se empiezan a consumir desde la más temprana edad. Sin embargo, también aseguran que, a pesar de que hay un riesgo evidente, éste se desarrolla a largo plazo, influido por los hábitos vitales de cada persona.

diumenge, 8 de maig del 2011

Trilogía del pecho. Parte I. Lo evidente

Me gustaría una cama hecha de tetas. ¿Acaso a alguien se le ocurre un lugar más confortable para dormir? Suave, calentito, blandito y esponjoso. Con un lecho como ese, no habría lugar para las pesadillas.
Ay, las tetitas. Son mi perdición. Suspiro por ellas. Sueño con ellas.
Me fascino sólo con mirarlas. Como, por ejemplo, cuando una chica escotada va en metro y sus dos delicias se bambolean o dan pequeños saltitos. Qué maravilla. O cuando dos jovencitas se abrazan desnudas y sus preciosidades se besan. ¿Hay algo más tierno que la tetita con tetita?
Aunque está claro que no me conformo sólo con observarlas, por algo me pirro por una cama de senos. Si puedo tocarlos, entro en éxtasis profundo. Podría renunciar a cuatro de mis sentidos con tal de acariciar, masajear, pellizcar, lamer, morder todos los que quiera en la vida.
Y es que no entiendo por qué algunos hombres sienten delirio por los culos. ¿No se dan cuenta de la superioridad en belleza de los pechos? No le hago ascos a un buen par de nalgas; redonditas, respingonas y apretadas, dentro de unas bonitas braguitas o unos pantalones ajustados. Sin embargo, los escotes van más allá.
Por algo pueden aumentar la esperanza de vida. Sí, sí. Quedó demostrado hace tiempo en un estudio científico. Las personas que miraban más tetas a lo largo de la vida vivían más años. Así que, si consiguiera mi cama deseada, probablemente, me convertiría en Matusalén.

Un enlace de la web colombiana Soho para aumentar la esperanza de vida. Vía Yonkis.

dimecres, 4 de maig del 2011

Benvinguts als meus pensaments

M'inicio una altra vegada en la vida digital per distreure'm i canviar la direcció en què corren els meus circuits cerebrals. Ara ja no busco el plaer pel plaer, sinó crear bons hàbits per tal que no em facin fora de casa.
Mai m'hagués imaginat, quan vaig conèixer l'obra de la Jo Spence (l'autora de la frase que dóna títol i nom al blog) que la seva idea es convertiria en una salvaguarda per mi molts anys després.
Benvinguts, doncs, a un món on aniré d'una banda a l'altra per, així, conservar la consciència plena en el dia a dia.
Per acabar aquesta primera entrada, us deixo amb un vídeo que, aquests últims dies, m'ha fet posar els peus a terra i m'ha divertit.